Skip to content Skip to footer

Una de las cosas positivas que tuvo el primer confinamiento en Francia, es que pude completar un largo anhelo. Mirè todas y cada una de las 25 pelìculas de James Bond, màs la no oficial, “Never say never again”, protagonizada por un Sean Connery que para ese momento ya no estaba para hacer de espìa secreto. Habiendo terminado toda la saga y estipulado quiènes me parecìan los mejores actores, personajes, etc (Daniel Craig le gana Sean Connery por poco, aunque las èpocas hacen difìcil la comparaciòn. Roger Moore es el peor James Bond y lo discuto con quien sea con un Martini de por medio) comencè a leer los libros de Ian Fleming.

Los libros (son sòlo 14) y las pelìculas nos pintan diferentes James Bond, con màs o menos sed de sangre, machismo, vulnerabilidad, pero algunas cosas aparecen como constantes. Por un lado el encanto y la elegancia, por otro y hacia allì nos dirigimos, el gusto por el buen vivir. James Bond no es sòlo el agente secreto màs famoso, sino tambièn el màs “bon vivant”. Su buen gusto por las bebidas es lo que nos trae hoy aquì.

Mi profesiòn me obliga a hacer una aclaraciòn. Si bien soy fanàtico de James Bond y quisiera tener su estilo, es menester aclarar que segùn las definiciones internacionales, el agente 007 es un alcohòlico empedernido. Por lo tanto recomiendo sì vestirse como èl, tener sus autos, sus conquistas, no tanto asì andar matando gente, pero no recomiendo tomar a su ritmo, especialmente como vemos en la gràfica y la infografìa debajo, en sus ùltimas pelìculas.

Con lo primero que vinculamos a James Bond es con el famoso Vodka Martini “Shaken, not stirred”, es decir agitado, no mezclado. La frase se origina en el primer libro, Casino Royale de 1953 cuando Bond pide un trago similar al Vodka Martini que aùn no tendrìa nombre, pero del que hablaremos màs adelante. Al pedirlo le indica al barman que lo haga agitado. Luego en las pelìculas la frase se usarìa en cada oportunidad que Bond pida un Vodka Martini al punto que sus colegas y hasta enemigos ya conocìan su gusto por esta preparaciòn. Esto puede resultar raro para aquellos que estèn familiarizados con la coctelerìa, ya que los Martini se suelen hacer mezclados y no agitados. Segùn A. Lycett, biògrafo de Ian Fleming asegura que al escritor le gustaba el Dry Martini agitado ya que consideraba que de otra forma la bebida perdìa sabor.

Debajo les dejo dos videos, por un lado todas las veces que aparece la frase “Shaken, not stirred” en las pelìculas (alarma nerd) y por otro un experimento comparativo entre ambas preparaciones que vale la pena mirar.


Sin embargo, màs allà de la identificaciòn con el Vodka Martini, el cocktail màs importante a nivel emotivo es justamente el que mencionè en el pàrrafo anterior, aquèl que en su primera versiòn carecìa de nombre. Se trata del Vesper Martini, cocktail de su autorìa en el primer libro y que le pondrìa el nombre de Vesper Lynd, quizàs una de las màs importantes Bond Girl, mucho màs incluso en el libro que en la pelìcula. Tres medidas de gin, una medida de vodka y media de Kina Lillet (aperitivo francès producido hasta 1986 en Podensac, en la regiòn de Bordeaux). Todo esto agitado obviamente, con càscara de limòn como decoraciòn en una antigua copa de champagne.

La importancia es emocional ya que en realidad lo pide en una sola oportunidad. A lo largo de las novelas pedirìa 19 veces Vodka Martini y 16 veces Gin Martini. Este dato lo tomè de wikipedia aunque estarìa muy orgulloso de haberlos contado yo mismo.

Pero ninguno de ellos es el primer cocktail que pide Bond en los libros… Mientras espera a Vesper y Mathis en Casino Royale en el bar del Hotel Hermitage en Monte Carlo pide un Americano. Una parte de Vermouth Rosso, una de Campari, hielo, agua con gas y càscara de naranja, aunque Bond lo prefiera con càscara de limòn. Simple pero efectivo cocktail.

La segunda bebida con la que vinculamos a James Bond es el champagne. Al poco de comenzado Casino Royale hay un interesante intercambio entre el agente 007 y el Sommelier de turno. Mirando la carta pide el Taittinger 45. El Sommelier hace su trabajo y le dice que es una gran selecciòn, pero que el Blanc de Blancs 43 de la misma marca no tiene igual. La exposiciòn logra convencer al agente quien luego dice que no es una marca muy conocida pero se trata probablemente del champagne màs fino del mundo. Vale destacar que Taittinger era el champagne favorito del autor.

Esto puede parecer sorprendente, ya que al dìa de hoy el champagne que se relaciona con el agente britànico es el Bollinger. De hecho la marca tiene una cuvèe especial en homenaje al agente 007, pero esta relaciòn comenzò en el cine a partir del año 73, en la pelìcula Live and Let Die, la nùmero 8 de la saga y la primera de Roger Moore, quien serìa a la larga quien màs veces interpretara a James Bond con siete pelìculas.

Pero en realidad el champagne “oficial” de las pelìculas de James Bond supo ser Dom Pèrignon, que aparece desde la primera pelìcula del agente britànico, Dr No en 1962, la primera ademàs de los seis filmes oficiales que protagonizarìa Sean Connery. El famoso champagne de Moët Chandon se retoma varias veces durante la saga, formando parte incluso del guiòn como en The spy who loved me en 1977 donde Bond dice con respecto a su nèmesis “Puede ser que haya juzgado mal a Stromberg. Un hombre que bebe Dom Perignon del 52 no puede ser tan malo”.

No sòlo disfruta del champagne en las pelìculas. Para la saga de Daniel Craig, un actor con una impronta màs visceral y vulnerable al mismo tiempo (es el primer James Bond que realmente resulta lastimado en las pelìculas), los productores decidieron alejarlo un poco del espumoso y hacerlo tomar vino tranquilo. Pero no cualquier vino por supuesto, seguimos hablando de James Bond. Es por ello que en Casino Royale pide para la cena un Château Angèlus Premier Grand Cru Classè de Saint-Emilion 1982. Uno de los mejores vinos de Bordeaux en una cosecha que brindò vinos increìbles y tambièn muy buenos Sommeliers que escriben artìculos sobre diversas temàticas en sus pàginas. Este vino, como todos los de la regiòn, es mayoritariamente Merlot.

Siguiendo con el vino, James Bond pide en Goldfinger, la tercera pelìcula de Sean Connery en 1964, una botella de Château Mouton Rothschild 1947. Seguramente en ese momento el precio era màs bajo que ahora, donde supera los 18 mil dòlares.

El agente secreto màs famoso de la historia no podìa ser infalible. En Live and Let Die tenemos a James Bond pidiendo una botella de Liebfraumilch, un vino dulce alemàn que hoy en dìa es de mala calidad pero al parecer a mediados del siglo pasado era bastante bueno y de producciòn limitada. Hoy vemos por todas partes las botellas azules que a mi parecer no cuentan con la calidad que se puede encontrar por precios similares en otros vinos dulces y semi-dulces.

El agente 007 tambièn disfruta de un buen whisky cada tanto. Las marcas que pasan por las novelas y las pelìculas son Talisker, Suntory y Macallan. En las novelas tambièn toma Bourbon, pero en las pelìculas aparece Jack Daniel’s, que no es un Bourbon sino un Tennesse Whiskey. Un error grave de los guionistas si tomamos en cuenta el refinamiento del agente a la hora de elegir su bebida, èl nunca confundirìa uno con otro. Con respecto a Macallan, la botella que aparece en Skyfall es un 1962, un whisky creado especialmente por la empresa puesto en barricas el año que se estrenò la primera pelìcula. En 2013 se subastò una botella firmada por el elenco en casi 10 mil libras y todo lo recaudado fue para obras de caridad.

Tambièn aparece muchas veces en las novelas, de hecho màs incluso que el Martini, un trago que no parece refinado a simple vista pero tiene la grandeza de lo simple. Aunque parezca mentira, James Bond toma màs whiscola que Martini.

Para terminar con los gustos en bebidas del agente màs famoso, tambièn hay que tener en consideraciòn el peso del marketing en los guiones. La primera vez que aparece una cerveza es en la pelìcula Skyfall, donde vemos una presencia importante de Heineken. Los guionistas tuvieron 45 millones de razones para agregarla en la pelìcula.

En cuanto a los diferentes James Bond que han pasado por la gran pantalla, el que màs toma por escàndalo es Daniel Craig. De hecho es el primer James Bond que aparece màs veces tomando que besando una mujer. En la gràfica que dejo abajo, la cual envidio no haber hecho yo, veràn la relaciòn entre muertes, conquistas y bebidas de cada uno de los actores. James Bond toma un trago cada 10 minutos y 53 segundos si tomamos en cuenta la duraciòn sumada de las pelìculas. Habrà que ver en la pròxima y ùltima pelìcula de Daniel Craig, cuànto toma, cuànto conquista y cuànto mata.

En tiempos de correcciòn polìtica exacerbada, habrà que ver si el pròximo James Bond es màs moderado con el alcohol que su sucesor. Considerando lo que toma Daniel Craig, serà sencillo de lograr, pero espero que no lo lleven a un extremo ajeno al estilo bon vivant de James Bond. Es decir, si se pide un detox, dejo de ver la pelìcula allì mismo.

Fuentes:

http://www.grauonline.es/blog/vinos-de-james-bond/

Château Angélus 1982, el vino preferido de James Bond

Bond, James Bond

https://www.alimente.elconfidencial.com/gastronomia-y-cocina/2019-10-13/lillet-vesper-james-bond-espana-coctel_2277907/

¿Qué Coctel bebe James Bond?

https://www.tendenciashoy.com/gastronomia/james-bond-con-licencia-para-beber_578837_102.html

Deja un comentario

0.0/5