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Hasta mediados del siglo pasado, màs precisamente hasta 1951, el vino francès sòlo podìa venderse luego del 15 de diciembre del año de la cosecha (recordemos que la cosecha en el hemisferio norte se da entre julio, agosto y setiembre). Desde el 13 de noviembre de ese año, las reglas fueron un poco màs flexibles y se permitiò que varias denominaciones pudieran vender sus vinos màs temprano. Tal vez la denominaciòn que mejor lo aprovechò fue la AOC Beaujolais, que determinò que el 15 de noviembre fuera el dìa donde se comenzara a comercializar su vino màs joven. Más adelante pasò a ser el tercer jueves de cada noviembre, convirtiendo ese dìa, en el Dìa del Beaujolais Nouveau. “Le Beaujolais nouveau est arrivè”.

Con el correr de los años se ha montado un aparato de marketing detràs del lanzamiento como hay pocos en el mundo. Desde una carrera desde la AOC Beaujolais (ubicada al sur de Borgoña) hasta Parìs en autos antiguos, maratones, fiestas y por supuesto, el gran lanzamiento. Detràs de todo este andamiaje mezcla de tradiciòn y marketing, està por supuesto la intenciòn de los bodegueros de asegurar la venta de sus pròximos vinos, ya que el Beaujolais Nouveau es la vara con la que se mide el estàndar de calidad venidero. Al caer la noche del tercer mièrcoles de noviembre, un desfile de carretillas donde se van quemando los sarmientos se dirige hacia el ayuntamiento. Allì las barricas esperaran hasta las 00:00 para ser agujereadas y disfrutadas por los casi 5000 asistentes anuales a esta fiesta llamada “sarmentelles”. Un dato anecdòtico es que los primeros en el mundo en probar el Beaujolais Noveau cada año son los japoneses, debido a la diferencia horaria.

Beaujolais es una zona famosa por sus vinos tintos ligeros y afrutados que vende casi un tercio de toda su producciòn como Beaujolais Nouveau. Èste es producido 100% con la uva Gamay, cosechado a mano y busca ser tomado joven. Pueden conservarse durante un par de años, pero perderàn las caracterìsticas tan buscadas en ellos. Una particularidad poco feliz es que la variaciòn entre un año y el otro puede llegar a ser muy grande. La AOC Beaujolais tiene otros vinos tintos que pueden ser guardados varios años, pero no son los que nos convocan hoy.

El Beaujolais Nouveau tiene muy pocos taninos y los aromas frutales son los que predominan: frambuesas, banana, moras. Este dominio de los aromas frutales se debe al procedimiento llamado Maceraciòn Carbònica (se fermenta el racimo entero sin hacer prensado, evitando asì extraer muchos taninos y color de la càscara). En Uruguay hay un ejemplo al menos de este tipo de fermentaciòn y se trata del Tannat Maceraciòn Carbònica de Pizzorno.

Volviendo al Beaujolais Nouveau, las aguas se dividen entre quienes critican a estos vinos por ser muy simples y quienes creen que estàn sumamente menospreciados. La realidad es que no es un vino para buscar gran profundidad y la llegada al Valhala, sino frescura y suavidad, caracterìsticas que no coinciden exactamente con lo que uno suele buscar en la època del año en la que el vino es lanzado en Francia, pero que de todas formas tiene un gran èxito, generando un lanzamiento masivo en todo el país galo.

Para cerrar comentar tambièn que año tras año, las bodegas productoras del Beaujolais Nouveau intentan innovar en sus etiquetas, llamando a diferentes artistas. Para muestra les dejo una galerìa de fotos de etiquetas de diferentes años. Veremos con què nos sorprenden en esta oportunidad. ¡Salud!

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