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Hay una variedad que año a año viene ganando terreno en nuestro paìs, logràndose variados y muy buenos exponentes. Se trata de la variedad gallega Albariño, que parece haber encontrado aquì un buen lugar para crecer. Ideal para los meses venideros como acompañante de comidas del mar.

Aquì les dejo una cata descriptiva de las tres etiquetas màs conocidas, cada uno de ustedes harà el juicio sobre cuàl es la que màs les gusta o la mejor. Vale destacar que existe en Uruguay algùn otro Albariño que ya serà comentado.

Como veràn no comentè el color en cada una de ellas, ya que con pequeños matices es muy similar en los tres casos. Un amarillo pajizo con reflejos que van de lo dorado a lo verdoso. En estructura los Albariños de Garzòn y de Bouza son algo màs densos que el de Casa Grande, pero se trata de una diferencia muy sutil.

Garzòn Albariño 2015. En nariz aparecen frutas blancas de carozo como el durazno, junto con notas de plàtano y pera, con dejos minerales y flores blancas. Tambièn aparecen de fondo notas cìtricas como el pomelo.

En boca es amplio con sabor a frutos cìtricos. Muy buena acidez y retrogusto a plàtanos y duraznos, con toques a grafito y flores.

Acompañò perfectamente un arroz con pollo condimentado con bastante curry.

Precio aproximado: $ 420.

Casa Grande Albariño 2015. Tal vez el màs distinto de los tres. Aroma a frutas como piña, durazno, pera y sobre todo, manzana rallada. Aparecen tambièn ciruelas blancas y pomelo. Se suma para otorgarle complejidad un tono mentolado y algo mineral.

En boca es fresco, liviano, con buena acidez y su gusto confirma la pera y el durazno, junto con algo mineral que se repite en el retrogusto sumàndose al plàtano y dejos mentolados.

En este caso el maridaje fue con comida asiàtica y funcionò perfectamente. Especìficamente acompañò un chow mein de camaròn y un chow fan de cerdo.

Precio aproximado: $ 315.

Bouza Albariño 2015. De los tres es en el que màs se destaca la banana, junto con otros frutos tropicales, particularmente la piña. Asoman en la copa tambièn notas a jazmìn, vainilla y caramelo.

En boca su ataque es algo dulce, desarrollando muy buena acidez despuès, lo que lo hace sumamente equilibrado. El sabor es a banana muy madura, con dejos que evocan a la miel. El retrogusto que queda en boca sigue por el mismo camino, adjuntando tambièn las notas florales descubiertas en nariz.

Fue de maravillas con una paella hecha por un hijo de inmigrantes españoles, con todos los condimentos, ingredientes y tècnica que corresponden.

Precio aproximado: $ 500.

Pronto estarè comentando sobre otros Albariños que han ido apareciendo en nuestro paìs.

Y a ustedes, ¿cuàl de estos tres es el que màs les gusta?.

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