Cuando llega esta època del año comenzamos a esperar los diferentes lanzamientos de vinos blancos (y tintos) de la cosecha del año que corre. Entre tantos lanzamientos, se ha convertido en un clàsico el del Albariño de Bouza, primer ejemplar de esta variedad en el paìs.
El lanzamiento oficial serà el pròximo lunes, pero el vino ya se encuentra en el mercado. En su momento escribì del Albariño de Bouza 2015 (asì como el de Garzòn y el de Casa Grande), pueden repasar las impresiones aquì.
Ya hemos hablado varias veces de còmo los vinos cambian de año a año, mucho màs en nuestro paìs con la variedad de clima que tenemos anualmente, donde tras un año extraordinario podemos tener uno poco feliz. Pero esta vez se dio algo que hace mucho tiempo no sucedìa, dos vendimias seguidas de gran calidad.
El color del Albariño 2016 de Bouza es muy similar al del año anterior, un amarillo alimonado brillante, con ribetes que varìan entre lo verdoso y lo nacarado. El vino tiene buena estructura gracias a que un 10% del vino pasa por roble francès y el total del vino està en contacto con sus levaduras durante 4 meses.
Cuando lo llevè a la nariz esperaba encontrarme con un aroma a banana como el año pasado, sin embargo me sorprendiò la frescura de esta ediciòn, con tonos de limòn y naranja, junto con un dejo de manzana verde, dando la pauta que la acidez serà muy destacable. Aparecen tambièn notas minerales, un leve caramelo y allà en el fondo, tal vez por sugestiòn, un pequeño tenor de banana para completar.
En boca llega fresco e intenso, con muy buena acidez y sabores a frutas blancas y toques minerales. El final es muy prolongado y el retrogusto es a càscara de limòn, un sutil caramelo y algo mineral.
Lo que se repite con el año anterior es que se trata de un gran exponente, pero al mismo tiempo es bien distinto. Este año el vino se presenta mucho màs fresco y àcido que el año anterior, hacièndolo ideal para tomarlo solo o acompañando una paella de mariscos o unas rabas con mucho limòn y salsa tàrtara.
