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Hoy toca volver a la madre patria para hablar de otro vino bien distinto, de una uva a la que no estamos acostumbrados, la Monastrell. En estas latitudes la conocemos tambièn como Mourvédre y en otras partes del mundo como Matarò. Es parte del afamado corte australiano GSM: Garnacha, Syrah, Mourvédre, pero enfoquèmonos en esta hermosa etiqueta.

Si bien obviamente dependerà de la zona y la forma en la que se produzca, la uva Monastrell suele dar vinos de gran intensidad tànica y alcohòlica. Segùn Jancis Robinson los aromas a frutas rojas, notas terrosas y tonos de caza son normales en esta variedad. Oz Clarke, experto britànico, dice que el Monastrell cuando es joven puede tener alguna nota azufrada y reductiva, que puede parecer defectuosa, pero que desaparecen con la crianza.

Antes de comenzar con la nota de cata de este vino, los invito a mirar la foto de la contraetiqueta, sencilla, sincera e invitando a participar de la experiencia.

Ahora les contarè lo que para mì fue la experiencia Monastrell. El vino se presentò de color granate intenso con ribetes rojizos, denotando en la copa una gran estructura.

En nariz en un principio podemos estar de acuerdo con Oz Clarke, ya que aparece algo reducido, pero el vino es la bebida de los pacientes y si esperamos un par de minutos, no mucho màs, encontraremos aromas a moras y ciruelas bien maduras, junto con un dejo picante, sobre un colchòn de vainilla, cacao y cafè, fruto de sus 12 meses de barrica de roble francès. De fondo aparece tambièn un tono pedregoso, casi mineral. El alcohol se hace sentir por eso es imprescindible tomarlo a la temperatura correcta.

En boca se presenta amplio, carnoso, con sabores a frutos negros junto a un dejo terroso. La acidez es equilibrada y los taninos estàn muy presentes, tal vez pidiendo un poco màs de tiempo en la botella. Al llegar a la boca el alcohol no parece tanto, y al abandonarla, el vino deja recuerdos tostados junto con ribetes de frutas rojas y negras muy maduras.

Vale $ 575 en Iberpark e irà de la mano con una mesa rebosante de gente àvida por nuevas sensaciones y tambièn con carne de caza, un guiso de lentejas bien condimentado o por què no, con un corte de cerdo a la parrilla. Salud!

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