Debo confesar primero que nada que nunca me atrapò la Fòrmula 1 (ni ningùn otro tipo de automovilismo), pero conozco un sinfìn de personas a quienes les despierta una pasiòn increìble, justificando madrugar para ver en directo los premios y carreras. Por otro lado confieso tambièn que no puedo dejar de admirar a los ingenieros y pilotos que logran crear y manejar aviones con ruedas bàsicamente. ¿Pero por què estoy hablando de Fòrmula 1?
Porque este año cambia una costumbre que naciò en el automovilismo, se estableciò en la Fòrmula 1 y luego se extendiò a otras disciplinas deportivas. Hablo de la costumbre de agitar la botella de champagne y rociar a todo aquel que estè cerca. Por un lado un gran desperdicio del espumoso rey, por otro lado una gran demostraciòn de alegrìa y frenesì, cosas muy necesarias en el mundo de hoy… asì que no me inclino aùn por si es una buena o mala costumbre. Yo por lo pronto no lo harìa, no porque no tenga razones para hacerlo, sino porque cuando compro una botella de champagne, me da pena tirar media botella al aire y que la otra media quede sin esa espuma maravillosa.
Si bien la costumbre de darle al ganador de una carrera una botella de champagne se remonta a 1950 en el circuito Gueux en Reims (regiòn de Champagne) donde el ganador fue el argentino Fangio, recièn 16 años despuès se inaugurò la tradiciòn del baño de espuma y vino. En 1966 Jo Siffert (un piloto Suizo que representaba a Ford) ganò las 24 horas de Le Mans. La alegrìa por haber roto la hegemonìa de Ferrari en dicha competencia fue tal que al recibir la botella, Siffert la abriò sin ser consciente quizàs que la misma habìa estado expuesta al sol durante mucho tiempo. La presiòn fue incontenible y el baño de champagne como tradiciòn vio la luz. Al año siguiente ya no se tratò de un accidente. Dan Gurney, tambièn de Ford, ganò las 24 horas de Le Mans y agitò la botella para generar el baño de espuma y vino.
Esta costumbre fue adquirida y popularizada por la Fòrmula 1. Durante la historia las marcas y botellas han cambiado, pasando de botellas de 750 a Jeroboam (equivalente a 4 botellas). Con respecto a las marcas, el ùltimo proveedor oficial fue Champagne Carbon, una empresa que produce un champagne de alta gama, utilizando botellas de fibra de carbono. Lanzò hace muy poco una ediciòn especial por los 110 años de Bugatti, a un costo de 270 euros la botella de 750cc y 1090 euros la Jeroboam. Vale destacar que el ùnico premio donde nunca veremos esta costumbre en el podio es Abu Dhabi, ya que no està permitido el consumo de bebidas alcohòlicas al aire libre.
Pero todo llega a su fin y ya no veremos màs lluvias de champagne en los premios de Fòrmula 1, ya que a partir del mes de abril en el gran premio de Imola, Italia, el espumoso encargado de sellar la victoria serà de la marca italiana Ferrari Trento (que nada tiene que ver con la escuderìa). Para ser correctos con la informaciòn, si bien ahora este espumoso serà utilizado oficialmente por la Fòrmula 1, ya supo verse en un podio en una oportunidad en el año 1980, tambièn en Imola.
Tècnicamente el contrato, de tres años de duraciòn en primera instancia, comienza en el premio de Bahrein, pero allì tampoco se puede tomar alcohol en la vìa pùblica por lo que visualmente serà el premio italiano el primero en mostrar esta nueva alianza.
Ferrari Trento existe desde 1902 gracias al deseo de Giuilio Ferrari de competir con los mejores champagnes desde su Trentino-Alto Adagio, en el noreste de Italia, al norte de Venecia. Este hombre, pionero en su època, fue el primero en plantar extensivamente Chardonnay en Italia. Se trata de espumosos hechos con el mètodo tradicional. Vale destacar que se trata de la primera AOC fuera de Francia de espumosos elaborados con este mètodo.
El vino que se utilizarà en los podios de Fòrmula 1 segùn las gràficas de la empresa es el Brut, un Blanc de Blancs 100% Chardonnay con un contacto de 20 meses con sus lìas. Tuve la oportunidad de probarlo hace no mucho tiempo y se trata de una estupenda alternativa al champagne por menos de la mitad de precio. No tiene la misma acidez refrescante que el rey de los espumosos, pero gana en fruta, lo cual lo hace super interesante y sabroso.
Cada uno le darà a los concursos de vinos el peso que quiera, pero vale destacar que esta bodega se llevò los mayores galardones de Italia en “The Champagne and Sparkling Wine World Championship” en los ùltimos 6 años.